La ira el dominio del fuego interior pdf


















Mirarme a mi misma en el espejo Poco a poco, al principio con paso inseguro y un tanto sola, fui iniciando mi camino. Era como si una voz interior me guiase. Lejos estaba entonces de saber que era precisamente eso lo que me impulsaba a seguir. Por todo esto puedo y debo deciros:. Yo soy Drisana, la hija del Sol. Me he reconocido en cada un de mis herman s. Es tiempo de volver a Ser aquello que tan profundamente duerme dentro de nosotr s.

Tiempo de reconocer nuestra parte Divina. Es tiempo de regresar al Hogar. Publicar un comentario. No reprimir mi ira. No decir: «No estoy enfadado. Y al estar sufriendo tanto, se llena de amargura. Por eso te resulta tan desagradable escucharla e intentas evitarla. Todos debemos aprender a escuchar atentamente como hace este Bodhisatva. No escuchas para juzgar o culpar, sino simplemente porque deseas que esa persona sufra menos, sea tu padre, tu hijo o hija o tu pareja.

Todos los miembros de su familia intentaban evitarle porque era como una bomba a punto de estallar. Estaba lleno de ira.

Necesito tu ayuda para entenderte mejor, para amarte mejor. Siempre estaba gritando y sus palabras estaban llenas de ira, amargura, reproches y censura. Quiero aprender a entenderte mejor para no seguir cometiendo errores». Este Gran Bodhisatva es mi esposa. Me ha salvado la vida». Nuestro cuerpo es nuestra mente y, al mismo tiempo, nuestra mente es nuestro cuerpo.

La misma realidad aparece en algunas ocasiones como mente, y otras, como cuerpo. Con la mente y el cuerpo ocurre lo mismo. Pero al observar a fondo vemos que el cuerpo es la mente y que la mente es el cuerpo. La medicina moderna sabe que la enfermedad del cuerpo puede proceder de una mente enferma. Y la enfermedad de nuestra mente puede estar relacionada con un cuerpo enfermo. Si queremos dominar nuestra ira, hemos de cuidar muy bien de nuestro cuerpo.

Debemos desarrollar una estrategia para comer, para consumir, a fin de protegernos de la ira y la violencia. La comida que ingerimos puede contener ira. Cuando comemos un huevo o pollo, sabemos que ese huevo o ese pollo pueden contener mucha ira. Y como nos alimentamos con ira, tenemos que expresarla.

Imagina que no tuvieras derecho a caminar ni a correr. Usan sus picos para picarse y herirse entre ellas. Se hacen sangrar y sufrir, y mueren a causa de ello. Ten cuidado con lo que comes. Hemos de comer huevos felices de gallinas felices. Hemos de beber leche que no proceda de vacas furiosas. Por eso es tan importante desarrollar una estrategia para consumir. Tal vez te sientas a veces solo y desees charlar con alguien. Por eso es tan importante ser conscientes de lo que consumimos. Comer en exceso puede crear problemas al sistema digestivo y contribuir a generar ira.

Cuando comemos bien, podemos comer menos. Para comer bien hemos de masticar los alimentos unas cincuenta veces antes de tragarlos. Cuando yo como, disfruto de cada bocado. Soy consciente de la comida, de lo que estoy comiendo. Podemos practicar el ser conscientes de lo que comemos: sabemos lo que estamos masticando.

De vez en cuando dejamos de masticar para entrar en contacto con los amigos, la familia o la sangha-la comunidad de practicantes que comparten la mesa con nosotros. Es muy agradable. Yo nunca me la bebo, sino que la mastico. Me lo introduzco en la boca y sigo masticando siendo consciente de ello.

No sabes lo delicioso que puede ser masticar solamente un poco de leche y pan. Son tus ojos los que te empujan a comer demasiado. Te ruego que lo pruebes. Masticar una comida tan sencilla como calabacines, zanahorias, pan y leche, puede convertirse en el mejor manjar de tu vida.

Es una experiencia maravillosa. Es algo que todos podemos hacer, tanto si vivimos solos como con nuestra familia. Una dieta basada en nuestra inteligencia. Como somos conscientes del sufrimiento que produce el consumo irreflexivo, nos comprometemos a Esta estrategia es para protegeros.

En Plum Village intentamos hacer todo cuanto podemos para protegemos de ello. Tendemos a decir o hacer algo en respuesta para hacerle sufrir con la esperanza de que suframos menos. Pensamos: «Quiero castigarte, quiero hacerte sufrir porque me has hecho sufrir. Cuando te enojes, vuelve a ti mismo y cuida de tu ira.

Y eso no es actuar prudentemente. Debes regresar y apagar el fuego. Con cada paso, puedes llegar al momento presente, puedes entrar a la Tierra Pura, en el Reino de Dios. Mientras inspires, di «inspirando», y mientras espires, di «espirando». Cuando te ves con ese aspecto, sientes deseos de cambiar. Intenta hacerlo. Todas las plantas se alimentan del sol. Los fotones van penetrando poco a poco en la flor uno tras otro hasta llenarla de ellos.

La ira que hay en ti es corno una flor. Para que se cocinen bien, el fuego ha de estar encendido al menos durante quince o veinte minutos. La ira que hay en ti es como las patatas, ha de cocinarse.

Lo mismo ocurre con la ira. El amor puede transformarse en odio. Y entonces, al estar con nuestra pareja, tenemos el senti- miento opuesto, nos sentimos fatal.

Soy capaz de volver a transformar la basura en amor». Me estoy ocupando muy bien de ti». Eso es exactamente lo que tienes que aprender a hacer cuando la ira empiece a surgir. Su mano era como la de una diosa. La mano de tu madre es tu propia mano. Como practicantes, hemos de ser especialistas en la ira. Como practicantes, hemos de hacer exactamente esto.

No hay ninguna diferencia. Todos tenemos una semilla de la ira en el fondo de nuestra conciencia. Es algo muy natural. Cuando eres el cabeza de familia, por ejemplo, sabes que el bienestar de los miembros de tu familia es muy importante. Al principio sientes que la persona que te enoja se merece un castigo.

Deseas castigarla porque te ha hecho sufrir. Como sabes abrazar tu ira, ahora te sientes mucho mejor, pero ves que la otra persona sigue sufriendo. Ahora sientes un gran deseo de volver y ayudarla. Practicar durante quince minutos o media hora el ser consciente, el concentrarte y el observar las percepciones interiores puede liberarte de tu ira y convertirte en una persona afectuosa.

Eres un buen jardinero. Pero cuando empezamos a practicar, volvemos a nacer como seres espirituales. Hemos de aprender a respirar de nuevo, con plena conciencia. Aprendemos a andar de nuevo, con plena conciencia. Estoy enojado. Deseo que lo se- pas». Esto expresa que eres fiel a tu compromiso. Estoy cuidando muy bien de mi ira.

Estoy haciendo todo lo posible. Yo debo hacer 10 mismo». Amarte a ti mismo es la base para tu capacidad de amar a otra persona. Tu capacidad de amar a otra persona depende por completo de tu capacidad de amarte a ti mismo, de cuidar de ti. Si nosotros no sabemos transformar y curar las heridas que hay en nosotros, las vamos a transmitir a nuestros hijos y nietos.

Debes abrazarlo tiernamente, como si fueras un hermano o una hermana mayor. Has de hablarle. Y podemos curarlo ahora mismo. No viene de fuera de ti, sino de dentro. Para estar de veras vivo, para sentir la vida profundamente, debes ser una persona libre. Cultivar el ser consciente puede ayudarte a ser libre. Cuando practicas el respirar o caminar conscientemente, te liberas del pasado, del futuro y de tus proyectos, y te vuelves totalmente vivo y presente de nuevo.

Es muy importante que cultives en ti una plena conciencia. Me hace realmente feliz». Todo el mundo puede hacerlo, y no tienes que practi 52 Apagar el fuego de la ira carlo durante ocho meses para lograrlo.

Me hace muy feliz». Necesitamos aliados. Queremos negociar una estrategia para alcanzar la paz. Hemos convertido nuestra vida en un infierno. Ahora, deseo cambiar. Quiero que nos aliemos, para protegemos el uno al otro, para practicar y transformar nuestra ira juntos. Esto es el despertar, el amor. Deseas empezar de nuevo, transformarte a ti mismo. Depende de ti que convenzas a la otra persona. Como deseaba volver a empezar, cambiar su vida, se hizo monje.

Gracias a su modo de vivir y a haber hecho las paces consigo mismo, pudo escribir a su padre cada semana. Su padre se mantuvo en silencio durante un buen rato. La paz empieza contigo Antes de poder hacer profundos cambios en nuestra vida, hemos de observar nuestra dieta, la forma en que consumimos. Hemos de vivir de tal forma que dejemos de consumir las cosas que nos envenenan e intoxican.

Tienes que empezar a negociar una estrategia. Debes empezar con esto. Demostrarle que la comprendes y la aceptas. El hecho de que seas una persona fresca y agradable cambia mucho las cosas.

Tanto las personas como los animales desean estar cerca de ti porque tu presencia es refrescante y agradable. Ahora hemos de planear una estrategia para ocupamos de ella». El Dharma elimina el ardor de la ira y la fiebre del sufrimiento. Cuando sufrimos, siempre culpamos a otra persona de habernos hecho sufrir. No comprendemos que la ira es, ante todo, un problema nuestro.

Nosotros somos los principales responsables de ella, pero creemos con gran ingenuidad que si podemos decir o hacer algo para castigar a la otra persona, sufriremos menos. En lugar de ello, cuando estemos enojados debemos intentar no hacer ni decir nada.

Cuando dices algo muy cruel, cuando haces algo como represalia, tu ira aumenta. De modo que vamos a despertar, vamos a ser conscientes de que castigar a otra persona no es una estrategia inteligente. Vuestro tratado de paz debe ser puramente un tratado de amor.

Cuando estamos enojados, hemos de volver a nosotros y cuidar de nuestra ira. No podemos decir: «Vete, has de irte. Del mismo modo, hemos de abrazar nuestra ira y cuidarla bien. En el verdadero amor no hay cabida para el orgullo. Estoy perfectamente». Mi felicidad depende de ti». Intentas hacer todo lo que puedes para demostrar que no necesitas a la otra persona.

Has de expresar lo que sientes, tienes todo el derecho, ya que esto es el verdadero amor. Estoy sufriendo». Redacta una «nota de paz», un mensaje de paz. Es algo muy importante. No puedes decir: «Ira, vete, no me perteneces». Estoy intentando no culpar a nadie, ni siquiera a ti. Ya que estamos tan cerca el uno del otro, ya que nos hemos hecho una promesa, siento que necesito tu ayuda para salir de este estado de sufrimiento y de ira.

Ahora ella es un copracticante. Los dos se respetan de verdad. Cuando te cambias de ropa, no lo haces delante de tu pareja, sino que te comportas con respeto. Por eso hemos de tener tanto cuidado en alimentar y sustentar el mutuo respeto. Usar estas tres frases de verdadero amor y observar profundamente nuestro interior para aceptar la parte de responsabilidad que tenemos en el conflicto, es una forma muy concreta de expresar nuestro respeto y alimentar el amor que sentimos.

No subestimes las tres frases del verdadero amor. El amor puede hacer frente a cualquier cosa. Cada vez que metemos la mano en el bolsillo, la tocamos y la sostenemos suavemente. Cuando nos enojamos, la piedrecita se convierte en el Dharma, nos recuerda nuestras tres frases. Hemos de volver a nosotros mismos para cuidar de nuestra Ira. Hazlo tiernamente, sin violencia.

No se trata de reprimir tu ira. No creas que el ser consciente es bueno y correcto, y que en cambio la ira sea mala e incorrecta, no debes pensar de ese modo. La no-violencia nace de esta clase de actitud. Cuando has penetrado la realidad del inter-ser, no ves a nadie como a tu enemigo. Hemos de tratar la ira y la desesperanza que sentimos con ternura. Reducimos las fuerzas de nuestras semillas negativas para impedir que nos aneguen.

En ese momento es aconsejable no decir ni hacer nada llevados por la ira. Es muy positivo decir estas tres frases. No es sano guardarte la ira dentro de ti durante demasiado tiempo.

Quiero que sepas que estoy sufriendo. El riego selectivo Has de protegerte a ti y a tus seres queridos practicando el riego selectivo.

Y yo te prometo no regar esas mismas semillas que hay en ti. Has dejado que se regara. Cuando abrazamos la ira y cuidamos de ella, nos sentimos mejor.

Por eso es tan importante formar parte de una comunidad de practicantes; necesitas la sangha, necesitas tener un hermano, una hermana o un amigo que te recuerde lo que ya sabes. Pero la otra persona puede que siga viviendo en un infierno, puede estar sufriendo mucho. Sabes que en parte eres responsable del estado en el que ahora se encuentra porque no has practicado, no has cuidado de tu flor. Esa persona puede ser alguien muy queri- do por ti. El compost, la basura, se ha transformado de nuevo en una flor.

He visto con claridad que he sido yo quien ha causado el sufrimiento de ambos. Por favor, no te preocupes por el viernes por la noche». Se lo dices movido por el amor que sientes por ella. Cada uno de nosotros debe practicar el observar a fondo las percepciones que tenemos, al margen de que seamos un padre, una madre, un hijo o el miembro de una pareja.

La luz del sol tarda ocho minutos en llegar a la Tierra, porque viene de muy lejos. Hemos de tener mucho cuidado con nuestras percepciones, de lo contrario sufriremos.

Por culpa de nuestras percepciones hemos convertido nuestra vida y la de nuestra persona amada en un infierno. Sabe que en el pasado ha reaccionado de formas que te han hecho sufrir y empieza a cuestionarse su idea de que no es responsable de tu sufrimiento.

Si descubre que ha sido torpe al decirte o hacer algo, tiene que llamarte o enviarte un fax para comunicarte que lo siente.

Por tanto, prometes ser el Bodhisatva, el Gran Ser que escucha profundamente. La paciencia es el sello del verdadero amor La ira es algo vivo, nace y necesita su tiempo para desaparecer.

Cuando apagas un ventilador, sigue dando vueltas antes de detenerse del todo. Con la ira ocurre lo mismo.

No esperes que a la otra persona le pase el enojo enseguida, porque eso no es realista. Has de dejar que su ira se vaya extinguiendo poco a poco, no te apresures. La paciencia es el sello del verdadero amor.

Un padre necesita tener paciencia para mostrar el amor que siente por su hijo o su hija. Dedica el tiempo que te haga falta. Lograr una victoria Mientras cueces las patatas has de tapar la olla para evitar que el calor se disipe. Y esto es posible, es como los tulipanes. Tu ira es una especie de flor. Has de abrazarla con el sol de la plena conciencia.

Hemos logrado una victoria para nosotros mismos y para nuestros seres amados. No esperes a que tu pareja practique para empezar a hacerlo. Puedes hacerlo por ambos. Por tanto, es muy importante reconocer los elementos positivos que siempre hay en nosotros, para evitar que la ira y otros elementos negativos nos dominen. Debemos reconocer que en nosotros tenemos la capacidad de amar, comprender y ser compasivos. Ten esperanza. Has de saber en el fondo de ti mismo que eres capaz de ser paz. No puedes afrontar a esa persona pero, al mismo tiempo, tampoco puedes evitarla.

Cuando uno estudia para ser terapeuta, debe aprender el arte de escuchar profundamente. Pero para hacer este trabajo debes estar bien equipado.

Cuando los bomberos van a apagar un fuego, deben llevar el equipo adecuado. Cuando escuchas profundamente a alguien que sufre, entras en una zona incendiada. Por eso necesitas un buen equipo. Si no estamos en contacto con el dolor, no podemos saber lo que es la verdadera felicidad.

Por eso hemos de cuidar de nosotros mismos. Cuando eso te ocurra, deja que tus amigos te res- caten. Como vives en una comunidad, con hermanos y hermanas que son capaces de ser felices, la comunidad te rescata y te ayuda a estar en contacto con los elementos positivos de la vida.

Es muy importante. Necesitamos recibir el alimento que nos merecemos. E inspiramos y espiramos tres veces gozando del hecho de estar vivos. Cuando nos detenemos, recuperamos la calma y la paz, nos volvemos libres. Se lo dices con amor. Tu felicidad y tu sufrimiento son la felicidad y el sufrimiento de tus hijos, y viceversa.

Cada una de sus emociones y percepciones son tus emociones y percepciones. Eres responsable de ellos, al igual que lo eres de tus hijos, no puedes negar este hecho. Reconozco que los dos hemos estado sufriendo. Necesito tu ayuda». Puedes hablar de este modo porque comprendes la verdadera naturaleza de los dos. Sois interdependientes. No sois dos seres separados.

Practica el arte de vivir conscientemente. Con una pareja ocurre lo mismo. Era una caja de galletas Lu, una marca muy famosa en Francia.

Cuando haces algo parecido, riegas las semillas de felicidad que yacen en el fondo de tu conciencia. Su esposo era capaz de hablarle con aquel lenguaje. Gracias a lo cual ambos tuvieron la oportunidad de empezar de nuevo y recuperar la felicidad. En la actualidad la gente, los enamorados, han dejado de escribirse cartas.

Hemos de volver a escribir cartas de amor. Dedica un tiempo a escribir, para expresar el agradecimiento y el amor que sientes. Es un, milagro que realizamos como practicantes. Tu salvador no viene del exterior, sino del interior.



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